30.3.08

Tu narración a partir de RELATOS HIPERBREVES

Lanza tu imaginación y tus palabras a partir de este microrrelato de Luis Mateo Díez


"Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años.
Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa.

Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior.
-"Éste es un mundo como otro cualquiera", - decía el mensaje. "


El Pozo , Luis Mateo Díez

2 comentarios:

Unknown dijo...

Mí hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años.
Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa.
Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse.
En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior.
-"Éste es un mundo como otro cualquiera", - aquellas palabras asombraron profundamente a Eloy.
¿Sería su hermano desde la tumba el dador de este mensaje misterioso? no podía ser verdad aquello, aunque pensándolo bien nunca se encontró el cadáver. El pozo familiar se estaba quedando seco misteriosamente, desde la muerte de Alberto que de estar vivo tendría ahora veinticinco años.
Le conto a su hermano Ricardo lo ocurrido y la posbilidad de que fuera su hermano pequeño aunque lo descartaron porque es imposible que los muertos resuciten al menos eso es lo que pensaban.
Decidieron escribir un mensaje en el que ponía: -"Qué sabes tu del mundo si en la oscuridad del pozo te escondes"- introdujeron el papel en una botella, la depositaron en el caldero y lo fueron bajando a lo profundo del pozo. Hasta que sonó un golpe brusco, esperaron un buen rato, de repente la cuerda se movió, es como si alguien diera tirones desde abajo. Subieron el caldero, pero pesaba más de lo normal, ¿estaría lleno de agua?.
Eloy y Ricardo se quedaron estupefactos, el caldero estaba lleno de monedas de oro, junto con la botella que bajaron anteriormente. ¿Habría respondido el espíritu del pozo?
-Eloy- ¿Estás viendo lo mismo que yo?
-Ricardo- Creo que sí, esto está repleto de oro, con todo esto podremos comprar nuevas tierras.
-Eloy- Mira la botella haber si ha respondido
Ricardo sacó el papel de la botella y leyó lo siguiente-"Sé mucho de vuestro mundo y sé mucho de este, si quereís saber más alimentadme y os recompensaré con montañas de oro tal vez"-
-Ricardo- Este espíritu es muy misterioso pero creo que es de fiar. Además nos está haciendo ricos.
Aquella noche todos durmieron tranquilos y contentos en especial Ricardo que ya se veía viviendo en una mansión, sin embargo la duda y la preocupación inundaban el corazón del bueno de Eloy. Al día siguiente aprobechando que Ricardo se fue al banco a ingresar las ganacias, decidió establecer contacto directo con el caritativo espíritu, utilizando sus conocimientos de alpinismo, enganchó una cuerda alrededor de un árbol que bebía del pozo, tras asegurarse de que no se rompería fue bajando con una mochila a la espalda en la que llevaba la comida preferida de Eloy, pollo con patatas.
Fue descendiendo hasta un trozo de tierra que estaba seco en la base. Se desabrochó las cuerdas y encendío la linterna, se encontraba en lo que parecía ser la entrada de una cueva. Después de vencer sus miedos entró en ella, la cueva brillaba de una manera impresionante, en las paredes se encontraban incrustados millones de diamantes, esmeraldas y rubíes, el suelo estaba adoquinado con lingotes de oro, estatuas del antiguo egipto adornaban la estancia. La cueva si es que se podía llamar así estaba iluminada por unos candelabros de plata puestos en una mesa de mármol de ónix.
-¿hola?, ¿hay álguien?- gritaba Eloy pero sin obtener respuesta alguna. ¿Qué espíritu vivía rodeado de estas maravillas?.
Salió a un extenso jardín, rodeado de una vegetación muy tupida y exótica, unos enormes tigres de vengala y los pavos reales se paseban por el lugar a la par que los elefantes, los cisnes nadaban majestuosamente en el hermoso estanque de nenúfares, parecía estar en la India. Creyó ver a un joven vestido con colores muy vivos y ropas de terciopelo pasearse entre los sauces llorones.
-¡Señor! ¡espere señor!- Eloy se acercó al joven de hermosas vestiduras cuyos rasgos le resultaron familiares.
-Eloy- Hola señor me llamo Eloy.
-Desconocido- Y que hace usted en mi propiedad.
-Eloy- Disculpe señor, pero todo esto me resulta muy extraño.
-Desconocido- Pues claro que es extraño se ha metido en mi propiedad -dijo con una mirada de malicia.
-Eloy- Dejeme explicarme señor, verá estoy aquí por la siguiente razón: Mi hermano pequeño se cayó hace veinticinco años en el pozo de mi casa. Eramos como uña y carne, nos llevabamos dos años, pues bien, hace poco fuí a sacar agua del pozo y ¿a que no sabe lo que encontré?.
-Desconocido- No, ¿qué encontró?
-Eloy- una botella, en ella había un misterioso mensaje, sentí que debía aberguar el origen del autor del mensaje y me metí en el pozo hasta llegar a su casa. por eso creo que usted es el autor de los mesajes.
-Desconocido- Sois muy perspicaz Eloy, creo que ha sido el momento de que te revele mi verdadera identidad, yo soy Alberto, tu hermano pequeño que hace veinticinco años se cayó al pozo.
-Eloy- Entonces eres Alberto, mis sospechas eran ciertas.- dicho esto abrazó a su hermano llorando por la emoción-¿como sobreviviste?
-Alberto- Si sobreviví, cuando caí al pozo me rescató un anciano, el que me crió como si fuera su hijo, no entiendo muy bien como todo esto puede estar bajo un pozo, a lo mejor es un sueño y todavía no me he despertado.
-Eloy- No hermano esto no es un sueño, soy real. Nuestra madre estubo muy triste cuando te creímos muerto, y nadie te ha olvidado.
-Alberto- Se que pasais hambre, por favor te pido que traigas a toda la familia a este mágico lugar en el que viviremos siempre felices y sin preocupaciones, yo no puedo salir, estoy atrapado hasta mi muerte, es el precio que he tenido que pagar por quedarme aquí.
-Eloy- ¿Pero podré volverte a ver?
-Alberto- Hay un riesgo, puede que no te permita el pozo volver a este mundo. Es un riesgo que prefiero que no corras, me siento muy solo hermano, por favor quedate conmigo.
- Eloy- No va a pasar nada Alberto, te lo prometo, volveré.
-Alberto- Estoy seguro que no será asi, podrás salir pero no volverás a entrar, la entrada a la cueva se cerrará y no se abrirá nunca más. Si te vas, dame un abrazo hermano, que te he hechado mucho de menos, te quiero hermano no te olvidaré nunca. Dicho esto se abrazaron.
Eloy se despidó de su hermano y subió con la cuerda de nuevo al exterior deseando contar lo sucedido. Cuando lo contó, toda la familia se dirigió al pozo para ver a Alberto, se asomaron al pozo y lo vieron repleto de agua. Ya no volverían a verle. En la hierba encontraron un papel que decía-"Éste es un mundo como otro cualquiera"-.
Francisco Jesús Fernández Núñez

Scallion dijo...

Buenas escritora.
De momento y a falta de un relato en condiciones, te envío un saludito y te doy la enhorabuena por esta iniciativa tan creativa.
Un besote en el cogote.